Trastornos alimenticios

Cuando la alimentación ocupa un lugar central en el día a día, pero no responde a valores nutricionales, cantidades, hábitos ni horarios. Saltarse comidas con frecuencia, o no poder parar de comer, realizar ejercicio físico excesivo después de una comida calórica «para quemar eso»… todos estos son indicios de un trastorno alimenticio.

A veces creemos que sólo existen dos: La anorexia y la bulimia. Que sí, existen, son reales y muchas personas personas los padecen: bulimia es la persona que vomita o toma laxantes luego de las comidas, con la intención de sacar eso de su cuerpo. Anoréxica es una persona que pasa muchas horas sin comer o rechaza la comida.

Pero también incluimos: obesidad, ayunos prolongados, persona que vive a dieta, entre otros. Estas conductas se vuelven un trastorno cuando la comida o la estética de tu cuerpo pasa a ocupar un lugar central en tu mente, tus preocupaciones y ocupaciones. Si estás tan pendiente de esto es porque tal vez no querés hablar de otras cosas.

Lo que sos como persona no tiene que ver con tu cuerpo sino con tus valores, tu profesión, tus costumbres… Además. tu círculo familiar y de amistades; y los roles que tenés en ellos.
¿Es importante el cuerpo y la estética? ¡Sí, claro! Pero no puede ser todo y no puede ser lo que te define. ¡Vos sos más que un cuerpo! Y los que te quieren de verdad, deberían valorar eso.

Las conductas que responden al trastorno alimenticio, al repetirse por varias semanas, se vuelven un hábito y la persona ya no es consciente que está actuando de esa manera, porque siempre lo hizo de esa forma. Cuando hablamos de trastornos, hablamos de obsesión. Es algo que no está bajo nuestro control, que se nos fue de las manos; y hay una base emocional, un trasfondo psicológico.

Esto no significa que estés loco, como dice este articulo: Hacer terapia no es para locos . Significa que si no estás pudiendo solo, si padeces de un trastorno, te obsesiona tu cuerpo o algo te molesta de él, empezaste mil dietas y no funciona nada… quizá sea momento de pedir ayuda.

Como terapeuta, te preguntaría: ¿Porqué te preocupa tanto el cuerpo? ¿Qué quisieras conseguir con esta conducta? ¿Pensás que los demás te aceptan o te valoran por eso? ¿Y qué hay de vos mismo, cuánto te valoras?

Hay algo más que trabajar y cambiar; además del cuerpo y la relación con la comida: es la emoción que está detrás. Por lo general trabajamos un psicólogo en conjunto con una nutricionista, para poder ayudarte y generar un cambio real. y duradero.

¡No dejes de consultar!

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