Todo o nada
TODO, NADA, NUNCA, NADIE, SIEMPRE,,,¿Cuántas veces usas estas palabras al hablar? Las expresiones extremas se dan cuando estamos emocionalmente colapsados o inestables.
«A nadie le importa». «Siempre es así», «Todo está mal»… ¿Este tipo de expresiones te resultan familiares?
Para poder analizar las emociones que se esconden en estas frases, te propongo autopreguntarte.
Por ejemplo:
«Él nunca hizo nada por mi»… ¿Nunca?
«Todo me sale mal»… ¿Todo?
«Nadie me quiere»… ¿Nadie?
De esa forma, podemos tomar consciencia de que tal vez al hablar, nuestra mente se está expresando de forma exagerada. ¿Porqué? Porque en ese momento lo sentís así: sentís una falta de equilibrio que te impide ver las cosas de forma objetiva. El pensamiento extremo se genera como un mecanismo de defensa de nuestra mente, intenta no decir lo que verdaderamente estas sintiendo y lo exacerba.
Cuando nos autopreguntamos, podemos encontrar una respuesta que nos sorprenda, tal vez no es tan así como lo dijiste. Pero a caso, te animarías a pensarlo de forma mas objetiva?
Al pensar… por ejemplo que ese amor podría no ser para siempre. Tal vez no… porque para tu mente es muy difícil aceptar que ese amor tarde o temprano terminara, Entonces al decir eso que estas pensando.. en voz alta, la palabra siempre actuara como amortiguador, escondiendo tus miedos y haciendo mas suave la realidad.
Esto ocurre con emociones que nos generan duda e inestabilidad, generan sentimientos extremos que te hacen ver todo nublado,borroso. Como la realidad es emocionalmente insoportable, tu mente solo puede dar explicaciones o salidas extremas de la situación, no hay punto medio. Hay un conflicto entre la razón y la emoción.
Para tu mente es demasiado y se produce un desbalance emocional. El mismo puede expresarse a través de la palabra, como en estos casos; y también a través del cuerpo: por ejemplo, cuando nos enfermamos sin un motivo físico aparente o tenemos un cansancio extremo, entre otras dolencias.
Si estas expresiones o pensamientos extremos son muy frecuentes en vos, te recomiendo empezar a escucharte y autopreguntarte. Además de hablar para otros, hablamos para nosotros mismos. Estaría bueno, adquirir el hábito de escuchar de forma consciente lo que decimos y analizar qué palabras usamos: lo que decimos, habla de cómo estamos.
¿Hay alguna palabra que solés decir mucho? ¿Porqué será?