Quiero hacerte feliz
Cuando amamos a alguien queremos hacerlo feliz. ¿Es un mandato, un deseo o un deber? Queremos verlo bien, que no sufra. Me pregunto hasta dónde somos responsables de la felicidad del otro…
Si lo hacemos por él, no va a saber hacerlo por sí mismo. Esto se aplica a las cosas cotidianas pero también se aplica a las cosas grandes, como buscar la propia felicidad. Ser feliz es un estado de ánimo que debe ser consciente. Elegir ser feliz, es preguntarse qué tiene que cambiar. Y eso no lo podemos hacer por otros, ni nadie lo puede hacer por mi.
Hacer nuestra vida más feliz tiene que ver con moverse, con buscar eso que siempre quisiste hacer, con encontrar otras maneras de hacer lo mismo. Pero a veces no tenemos fuerzas para eso.
¿Por qué sentimos que no podemos?
Una explicación puede ser la siguiente. En nuestra psiquis cohabitan dos energías que siempre están en lucha:
- La pulsión de muerte es aquella que nos tira para atrás, que nos hace creer que no podemos. Es la que nos recuerda que somos mortales. No siempre es negativa, a veces actúa como un cable a tierra.
- La pulsión de vida está relacionada al amor propio, a los proyectos y sueños por cumplir. Sin ella no tendríamos motivos para salir de la cama. Es lo que te conecta con tu deseo, con el placer.
¿Cuál tiene más fuerza? ¿Cómo hacer que gane la pulsión de vida? No se trata de una competencia, sino de buscar un equilibrio. Tu mente busca sentir placer y evitar el displacer. Es importante entenderlo como dos caras de una misma moneda, no puede existir una cosa sin la otra.
Valoramos la vida cuando rozamos la muerte .
Sabemos lo que nos da placer, luego de haber saboreado lo insípido.
Definimos felicidad como lo contrario a estar vacios y tristes.
Cada adulto debería explorar cuáles son esas cosas que lo lastiman, que lo frustran, y cuáles le dan placer, le hacen sonreír. La felicidad es el resultado de un trabajo interior, viene de adentro.
Por eso, no esperes que las cosas cambien, o que las personas sean de manera distinta: cambiá vos! Ése es el cambio que sí podés hacer.
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