La vida es una estantería
«¡Se me vino la estantería encima!» Como una metáfora de la vida, a veces sentimos que se nos derrumba todo lo que construimos o tenemos…
Anoche trataba de explicarle a mi hijo lo que es un hueco y lo que es un espacio… Y pensaba estos espacios físicos desde una plano emocional. Un hueco se hace, en cambio el espacio se genera. El hueco está asociado a lo vacío, mientras que a un espacio lo transformamos, lo decoramos y lo nombramos.
Un hueco es algo generado de forma más repentina y casi siempre está asociado con el vacío, porque se hunde y por él pueden caer o caber cosas, como una separación o un fallecimiento.
Cuando los seres humanos vemos o sentimos un hueco tendemos a llenarlo, porque nos angustia o nos da ansiedad. Es algo natural. La falta con la que fuimos creados nos hace buscar la «completud», la simetría. Al hablar de un hueco al que llenamos de cosas, estamos hablando de vacío emocional; y este vacío puede presentarse como: miedos o fobias, ansiedad por lo desconocido, una adicción, acumulación de objetos con algún significado especial…. todas estas son emociones o patologías que tienen como raíz un vacío emocional..
Te propongo pensar la vida como una estantería donde siempre va haber espacios vacíos que son necesarios para distinguir las cosas y valorar lo que tenemos. Si hay algo que ya no querés que ocupe espacio en tu vida, podés sacarlo o moverlo de lugar, a un lugar más lejano o más inaccesible.
Te pregunto: ¿Qué hay en ese estante que tenes más a mano? Procura que haya cosas y personas que te hagan feliz, que saquen lo mejor de vos. Acomoda esta estantería de la vida, con cosas y vínculos que te hagan bien. Y si en algún momento se derrumba, podes volver a armarla. ¡Qué mejor oportunidad para hacer orden y revisar prioridades!
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