¿Estamos cerca?
En estos tiempos de cuarentena da igual si tu amigo o familiar está a tres cuadras o a miles de kilómetros de distancia, la posibilidad de vernos y estar juntos es limitada. Pero… ¿qué es estar juntos? ¿Es una videollamada en la cual nos contamos todo, o es compartir la cama? ¿Te pasó alguna vez de estar con alguien, pero no sentirlo cerca?
Sentir cerca a alguien es quererle y sentirte querido, respetado. Es un vínculo que te hace crecer. Es una relación que, aunque pasen años o no puedas estar físicamente, te entendés con pocas palabras o con solo mirarte.
Si sos de los que dicen «no puedo vivir sin vos», ojo! Un vínculo sano no genera dependencia. Cuando un vínculo es sometido a prueba, como en este momento con el distanciamiento físico obligatorio, me pregunto por qué el ser humano necesita del otro para vivir. Necesita que lo vea, que lo toque, que lo reconozca, que lo entienda. Desde que somos bebés hasta ser viejitos, lo necesitamos como un alimento más.
Para analizarlo, te propongo ir al origen de todo. Cuando un bebé nace, necesita cuidados básicos como: un cambio de pañal, estar a upa… cuestiones que por lo general involucran el sentido del tacto y siempre involucran a un Otro. Necesitamos del Otro para sobrevivir esos primeros años de vida. Y no solo se trata de cambiar un pañal, es necesario que la persona que lo hace ponga su voz, su amor, su paciencia… solo de esa forma está generando un impacto, está creando un Ser.
Con cada relación vamos generando identificaciones. Cada vínculo, hace que me sienta más parte de este mundo, porque es a través del reconocimiento, del trato, de la mirada del Otro, que se construye nuestra persona, a la que debemos cuidar. Si bien necesitamos de un Otro, ser adulto es hacerse cargo de su propia persona.
Aprovechá este momento para preguntarte:
- Cuánto de lo que sos y hacés, es por los otros y cuánto estás haciendo por vos
- Qué clase de vínculos estás creando
- Cómo podés demostrarle a los demás que estás cerca.
Recordá que estamos cerca cuando creamos espacios donde los dos crecemos, cuando respetamos la individualidad del otro y le motivamos a seguir creciendo, aunque eso tal vez lo aleje de mí.
Excelente reflexión.Me encanta
Gracias Digna!