Cortar con ese gen: Ser como quieras ser
¡Qué importantes son nuestras raíces, saber de dónde venimos, hacer honor a las generaciones pasadas! ¿Te gusta dar continuidad a las tradiciones? ¿O te cansa «tener que» ser así?
En este articulo quiero que hablemos de los vínculos familiares, de quienes te criaron y cómo lo hicieron. Hay mucha carga emocional en tu presente y en tu identidad: ¿Cómo hacer para equilibrar todo eso…? Y sumarle lo que VOS querés para tu vida.
Visualizando la familia como un árbol (incluso pensando en el árbol genealógico), quizá te imagines un árbol de muchos años, con varias generaciones de tradiciones muy arraigadas que vienen con una cierta presión para que las nuevas ramas (vos, tus hermanos, hermanas, primos de la misma generación) mantengan esas tradiciones y no dejen que el árbol muera. Pero, ¿qué pasa si esa presión es demasiada y te limita como persona? ¿O si, esas tradiciones van contra lo que vos pensás o sentís?
Muchas veces no podemos ser y hacer lo que queremos; porque ponemos el foco en lo que los demás quieren o esperan de mi. Ahí es donde la familia puede tener mucho peso; «Queremos que estudies y tengas un titulo», «No vas a casarte con alguien asi», «Cómo vas a ser así»…
Es normal buscar la aceptación de nuestros seres queridos, esa búsqueda tiene que ver con la formación de tu identidad. Pero una identidad también necesita un criterio propio, una mirada interna… hacerte cargo de vos y aceptarte, sin esperar que ese reconocimiento venga del exterior. Luchar por lo que vos querés y por ser como vos querés ser… es respetarte.
Tu Ser se construye a partir de límites y deseos propios, Cuando la genética es tan influyente, deja poco espacio para tus propias creencias.
La genética no es solo el color de pelo o si sos alto como tu papá, hablamos de una genética emocional, actitudinal. La personalidad se va construyendo a lo largo de la vida, en base a decisiones, pero los primeros años cuando no podemos elegir por nuestra cuenta, somos moldeados de acuerdo al estilo de crianza que hayamos tenido, nos marca! De adulto o incluso en la adolescencia ya es momento de ser mas autónomo, empezar a explorar tu deseo y desarrollar un criterio.
¿Cómo aprender a cortar, a decir no sin lastimar a quienes me criaron? Te dejo más info en este artículo y para entrar más en este tema, voy a continuar utilizando la metáfora del árbol y citar (Con su permiso, por supuesto) a una de mis pacientes que siendo bióloga lo explica de una forma muy gráfica:
«La silvicultura de los árboles o poda de saneamiento es retirar las ramas del tronco buscando mejorar la calidad de la madera y controlar que el desarrollo sea bueno. Si ésta no se realiza, la calidad de la madera se ve afectada y resulta en marcas que degradan la madera.. Para que el árbol crezca bien hay que podarlo, no solo es necesario, es sano… Pero ojo! La poda también es una herida, que debe ser cuidada y tratada hasta que el árbol sane y puede continuar su crecimiento…»
Cortar no es fácil, es una decisión, un cambio, A veces se trata de costumbres o formas que vienen de mucho tiempo atrás; pero tomar un camino propio, elegido por vos y por nadie más; da sus frutos: vas a estar en paz con vos y con tu deseo. Hoy podés cortar con ese gen y ser como quieras ser.
¿Te animas a preguntarte cómo querés vivir tu vida? ¿O vas a seguir viviendo la vida que los demás quieren para vos?