Hablar con los hijos
¿Cómo encarar esas conversaciones difíciles con los niños de la familia?
Dependiendo de la edad, puede que los niños hagan preguntas que no sepas cómo responder. Quizá estén viviendo alguna situación familiar difícil, o un conflicto externo que no sepas cómo afrontar: una crisis económica, preguntas sobre la sexualidad o género, un estado bélico, un duelo, un divorcio, entre otras cosas.
Los chicos escuchan todo y perciben nuestras emociones. Puede que no entiendan todo el contenido de lo que querés explicarle, o que trates de disimular lo que pasa, pero ellos escuchan tu tono de voz. Cuando hablamos, nuestros gestos, el tono y la forma en que decimos las cosas puede infundir seguridad o inseguridad.
Aqui algunos tips puntuales al momento de comunicarnos con ellos:
- Decir la verdad, dentro de lo posible, según su edad y su capacidad de comprensión. Cuando inventamos historias que no son ciertas puede generar mayor inseguridad si se enteran que no es verdad y perderías autoridad y credibilidad.
- Hablar con palabras simples, responder solo a lo que pregunta, sin explayarte. Eso es lo que quiere saber.
- Escuchar sus preguntas y preocupaciones. Responder de manera precisa y empática.
- Escuchar sus sentimientos y opiniones. No censuremos sentimientos desagradables como el miedo o la vergüenza. Intentemos contenerlos y recordar que cada niño procesa diferente cada suceso.
Este último punto es importante, no solo con los niños. En conversaciones, en general, solemos censurar y juzgar emociones del otro y lo hacemos diciendo frases como: «Tranquilo nomás», «No te vayas a poner así por eso», «No tengas miedo, está todo bien». No solo estamos invalidando lo que la otra persona siente (para esa persona eso es real) sino que nos cerramos de tal forma, que no va a recurrir a nosotros si se siente así nuevamente. Actuamos de esa forma porque inconscientemente nos pone tristes o nos preocupa ver así a alguien que queremos, entonces le decimos eso en un primer impulso le decimos.
Si no digo eso, entonces ¿qué respondo? Podemos simplemente no decir nada y escuchar, abrazar, contestar a lo que nos pregunta. Hacerle saber que estamos ahi para contenerlo. Y si queremos decir algo, podría ser algo así: «Entiendo que te sentís así… podemos estar juntos y hacer algo (Por ejemplo caminar, pintar o bailar) para que te sientas mejor, que te parece?»
Recordá canalizar las emociones: jugando, haciendo deportes, estar en contacto con la naturaleza… Realizar algo artístico y social al menos un ratito cada día es bueno para ellos y para nosotros. Todos necesitamos descargar lo que está pasando en algo productivo.