Cómo funciona la mente cuando procrastinamos

El termino procrastinar se puso de moda hace un tiempo y hace referencia a esos momentos en que postergamos para más tarde u otro día algo que podríamos estar haciendo hoy o ahora.

¿Porqué postergamos? ¿Es falta de ganas, o ganas de hacer otra cosa?

Para entender qué pasa en nuestra mente en ese momento, debemos hablar de dos entidades psíquicas muy importantes: el Yo y el Super Yo

El famoso y muy nombrado Yo, es el mediador entre el Inconsciente y el Super Yo. Es el que nos da la consciencia de realidad, es dueño de tus deseos y el que guarda todo el conocimiento del mundo exterior y de nosotros mismos.
Por otro lado, está el Super Yo, nuestra consciencia moral, que nos dice qué deberíamos estar haciendo en este momento. Su raíz es muy profunda, fue gestado en nuestra infancia, fue marcado por cierta clase de padres, enseñanzas y cultura. ¿Porqué se llama Super Yo? Podríamos decir que espera y exige la mejor versión de tu personam de tu Yo. Por eso está diciéndonos constantemente, cómo un pajarito en el oído, lo que deberíamos hacer.

Entonces… ¿qué pasa cuando procrastinamos?

El Yo y el Super Yo entran en conflicto cuando tenés que hacer una tarea que no querés hacer en ese momento. Es como si el Super Yo dijera «Levantáte para ir al banco y solicitar eso que necesitas» y el Yo (desde su deseo) dice «Me quiero quedar en la cama 5 minutos más y lo hago después».
En esos momentos, es muy usual que nazca un sentimiento de culpa, alimentada por el Súper Yo: porque no estás haciendo lo que deberías. También hay personas que experimentan un pico de ansiedad por el conflicto que está atravesando su mente.

Entonces… ¿Qué hacemos? ¿Hacemos lo que deberíamos hacer? ¿Qué hay de nuestro deseo?

Se debe analizar cada caso, porque todas las personas somos diferentes; es importante entender en qué medida este conflicto interno te está afectando. El Super Yo puede generar muchos síntomas como algunos que ya mencionamos (culpa, angustia, ansiedad). Y si estas situaciones te pasan constantemente, sos de postergar tus obligaciones o hay excesos en tu vida que no podes manejar, deberíamos analizar la gestación de ese Super Yo. Es decir el relacionamiento con tus modelos paternos o los valores que te han inculcado de niño.

Tal vez, hoy como adulto deseas otras cosas, querés tener ciertas libertades o pensás diferente a tu familia de origen. Eso genera una contradicción, porque tu Super Yo fue gestado de una forma y tu Yo quiere otra (en este artículo hablamos sobre cómo cortar de forma sana con tus orígenes que hoy no van contigo, no significa dejar de hablar con tu familia o cortar vínculos, simplemente cómo hacer para que eso no te afecte)

¿Cómo se relaciona esto con la procrastinación?

Si no podés poner límites a los demás, tampoco podrás ser firme con vos mismo y hacer lo que tenés que hacer.

Cuando postergamos una tarea, no estamos pudiendo ponernos un límite, lo cual puede ser una señal de poco control. Para disminuir síntomas como la culpa, ansiedad, irritabilidad de tus tareas diarias, podríamos analizar cómo sos poniendo límites, si te cuesta decir que no y priorizar tus deseos.

Tomar el control tampoco es hacer lo que queremos en el momento: es encontrar el fino equilibrio entre lo que debería y lo que quiero. De esa forma podés llegar a disfrutar de los compromisos asumidos y tener una rutina que te guste, que sea saludable, que te haga bien y no sea una carga.

About Post Author