Balance emocional 2022
Quedan días, minutos para terminar el año y me pongo a pensar en todo lo que hice, lo que me faltó hacer, eso que me hubiese gustado que pasara pero no pasó… ¿Cómo se llama esa sensación?
Al acercarse el cierre del año, casi de forma inconsciente, la mente comienza a hacer un balance y lo más natural es pensar primero en lo negativo. A eso no le llamamos frustración, sino falta de valoración. ¿Cuál es la diferencia?
La frustración es una mezcla de enojo y tristeza producida por la sensación de que algo no salió como lo esperabas o deseabas. Cuando hablamos de valoración, en este caso negativa, no hablamos de una sensación sino de perspectiva, es una forma de mirar aquello que no conseguiste. Es mirarte y solo ver lo que falta…
Cuando miras una foto propia, ¿qué es lo primero que ves?
A la mente le cuesta ver lo bueno, lo logrado, las virtudes. ¡A vos te cuesta verlo! A mí también a veces.
Esto ocurre porque no nos enseñan a estar orgullosos de nuestros logros, a sentirnos felices con lo que tenemos, a sonreír por lo que nos rodea. Es hora de mirarte y felicitarte por cómo lo estas haciendo.
No significa que en este camino no va a haber tristezas, enojos, rabia, frustraciones.. Las hay, claro.. pero siempre, siempre, hay algo bueno por lo que brindar, por lo que sonreír. Y tal vez eso no esté afuera, sino en tu interior: en un aprendizaje de este año, en reconocer un error, validar una emoción, en la libertad de ser quien sos, en algo logrado.
Hagamos el ejercicio de mirar para atrás este año.. la vida.. y decir «¡Qué bueno estuvo esto!». Tal vez eso actúe como un motivador para solucionar aquello que te cuesta o tomar otras decisiones para estar cada vez mejor.
Deseo que este nuevo año te encuentre bien. Que prestes atención a tu salud emocional, que construyas vínculos sanos y tomes decisiones arriesgadas que te permitan ser libre y feliz.