Cuando el miedo te paraliza…

¿Sabías que existen fobias que son denominadas «comunes»? La mayoría de nosotros las tenemos y no son consideradas de gravedad. Entre ellas están: el miedo al abandono, el miedo a la muerte, a volar en avión, o a las alturas.

Si bien son muy habituales, pueden afectar negativamente tu calidad de vida. Si padecés alguna de ellas y afecta tu día a día, tenés que saber que es posible tratarla. Un tratamiento psicológico puede ayudarte a encontrar la causa de tu miedo. Por lo general, hay una angustia de base que desemboca en esa sensación. Porque a veces, un miedo esconde otro miedo.

¿Cómo es eso? Por ejemplo; el miedo al abandono, en realidad esconde un miedo a quedarse solo. Entonces, a nivel terapéutico lo que habría que trabajar es porqué «estar solo» es algo negativo y porqué te angustia (En el articulo No es por ESO que lloras, explicábamos cómo se construye el síntoma).

Tener miedo o padecer de una fobia, puede ser muy desesperante. La persona se siente incomprendida y limita sus actividades por ciertos temores. ¿En qué se diferencia el miedo y la fobia? Definimos miedo como el sentimiento de temor hacia lo desconocido o hacia algo que puede hacerme daño. Ese «algo» puede ser real o imaginado. Al solo pensar en ello o intentar hacerlo, me angustia. La fobia es un miedo mayor: cuando ese temor se vuelve incontrolable y genera una angustia que afecta la calidad de vida del que la padece. Por lo general, una fobia está acompañada de rituales obsesivos. Por ejemplo la claustrofobia, que es el miedo al encierro o a los espacios muy reducidos, genera una serie de rituales como no querer subir a los ascensores, no estar en lugares pequeños con mucha gente, dejar ventanas abiertas, etc.

Si algo tienen en común es que todo tipo de miedo es irracional. Si lo pensás de forma lógica, ese miedo pierde todo sentido. Pero quien lo padece no puede racionalizarlo como vos que no lo tenés, porque su mente está confundida y esa persona se siente en peligro o amenazada; y tiene sus fundamentos. Si conocés alguien que esté padeciendo algo de lo descripto en este artículo, acompañála.. escuchála, no la juzgues.

¿Cómo hacer que ese miedo desaparezca?
Trabajando la emoción antes que la razón: no es cuestión de racionalizar el miedo porque no va tener ninguna lógica… más bien, se trata de hablar sobre qué sensaciones te genera eso a lo que temés. La respuesta será diferente en cada persona, porque si bien hay miedos comunes, todos somos diferentes.

En psicología, no hay recetas o medicamentos para tal emoción, se trata de hablar y sacar para afuera eso que te angustia, para entender, desde tu caso, desde tu realidad qué está pasando.. y de esa forma hacer que ese miedo no te paralice.

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